jueves, 30 de mayo de 2024

 Reto 4 "Diseño colaborativo de servicios públicos"

Contexto:

Una de las funciones más importantes de la SGPAE (Subdirección General de Políticas Activas de Empleo, dentro del SEPE) es el proceso de elaboración de propuestas normativas y de desarrollo en materia de promoción, intermediación laboral y de formación para el empleo, así como su seguimiento, evaluación y actualización en colaboración con las CCAA e interlocutores sociales. Para lograrlo se establecen unas Instrucciones para el seguimiento y control de la formación programada por las empresas para sus trabajadores y permisos individuales de formación, aprobadas por la propia SGPAE el 19 de junio de 2016. Estas acciones de seguimiento, control y evaluación de la formación programada por las empresas serán llevadas a cabo por cada Administración competente (CCAA en colaboración con el SEPE).

Actualmente, las actuaciones en tiempo real comprenden el seguimiento de la actividad formativa en el lugar de su impartición y durante la realización de la misma, a través de evidencias físicas y testimonios recabados mediante entrevistas y cuestionarios a los responsables de la formación, alumnos y formadores, con el fin de realizar una comprobación sobre la ejecución de la actividad formativa, contenidos de la misma, número real de participantes, instalaciones y medios pedagógicos.

Dentro de las tareas dirigidas a preparar el seguimiento por los técnicos responsables de las Direcciones Provinciales del SEPE, destaca las consultas previas de seguimiento. La planificación de las actuaciones de seguimiento puede comenzar en el momento en que se comunica por las empresas y por las entidades organizadoras, a través del sistema electrónico implantado por el SEPE, con el apoyo técnico de FUNDAE, el inicio de las acciones formativas.  Las empresas y entidades a las que se hubiese encomendado la organización de la formación, deberán comunicar la información de cada acción formativa y de cada uno de los grupos en que aquella se imparte, conteniendo, al menos, la denominación y los contenidos básicos de la acción formativa, la modalidad de impartición, el número de horas lectivas, el número previsto de trabajadores participantes y la relación de profesores y/o tutores en cada acción formativa y la fecha, horario y lugar de realización, así como la razón social y el NIF de cada una de las empresas que tienen previsto participar en la formación.

En la iniciativa de formación programada por las empresas, no será obligatorio que las acciones formativas estén referenciadas al Catálogo de Especialidades Formativas, tal como establece en la Ley 30/2015. Solo será necesario que guarden relación con la actividad empresarial y adecuarse a las necesidades formativas de aquellas y de sus trabajadores. La programación y gestión de estas acciones formativas podrá realizarse por las empresas con flexibilidad en sus contenidos y en el momento de su impartición, siempre que se respete el derecho de información y consulta de la representación legal de los trabajadores. Las empresas podrán organizar la formación de sus trabajadores por sí mismas, así como impartir la formación empleando para ello medios propios y/o bien recurriendo a su contratación.

Identificación del proyecto: Laboratorio de Políticas Activas de Empleo (LabPAE)

LabPAE pretende facilitar esta fase de planificación y seguimiento de los programas formativos empresariales que se han descrito anteriormente. Se trata de una iniciativa piloto con la que enfocar, canalizar y unificar las necesidades formativas de las empresas con las necesidades laborales de los ciudadanos.

La idea consiste en la creación de un espacio abierto de intercambio de información curricular, necesidades formativas, experiencias laborales, banco de conocimiento y perfiles profesionales, etc…, que funcione, además, como una plataforma de participación y colaboración por parte de todos los implicados (ciudadanía, empresas, formadores, Administración…) donde puedan aportar sus opiniones, criterios, capacidades y preferencias, tanto a nivel laboral como formativo. El fin último que se persigue es adecuar mejor la oferta de los programas de formación empresariales con el perfil de la población en busca de empleo, de forma que sirvan de orientación a empresarios y empresas de formación en el diseño, planificación e impartición de estos cursos.

Actores:

Los actores beneficiarios e intervinientes en este proyecto que hemos bautizado LabPAE, por tanto, son:

  •      El SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y, dentro del mismo, la SGPAE
  •      Las Oficinas Públicas de Empleo en las distintas Direcciones Provinciales (DDPP)
  •      Centro gestor y Unidad de seguimiento y control de acciones formativas de las CCAA
  •      La Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE)
  •      Empresas que se adscriben a los programas de formación para desempleados
  •      Organizaciones empresariales y sindicales
  •      Empresas de formación y/o teleformación
  •      Los ciudadanos

Plan de rediseño colaborativo:

La nueva plataforma LabPAE ofrecerá un punto de encuentro entre todos estos actores implicados para facilitar y mejorar el proceso diseño, planificación, elaboración y retroalimentación de los programas formativos de empresas hacia la ciudadanía de acuerdo a las políticas activas de empleo dictadas desde el SEPE en colaboración con el resto de actores del sector público.

El plan para hacer partícipes a todos ellos sería concebir y desarrollar, en primer lugar, esta plataforma colaborativa basada en las nuevas tecnologías de la información, creando un portal web con toda la información relativa a estos programas (normativa, empresas participantes, empresas formadoras, planes de formación, oferta de empleo, requisitos, etc…), de una forma transparente y clara para toda la ciudadanía. Dicha herramienta dispondrá de un espacio privado para formadores y demandantes de empleo que quieran registrarse, con un doble fin: darse de alta en los programas que consideren de su interés y sean adecuados a su perfil, pero también participar de forma activa con el diseño de los mismos a través de opiniones, aportaciones, sugerencias, etc, ya sea participante o no en alguno de los cursos que se estén impartiendo o que estén ya planificados. Según se ha descrito anteriormente, entre las actuaciones que se vienen llevando a cabo durante el seguimiento y control de las actividades formativas aparecen las entrevistas físicas en los lugares de formación (tanto a alumnos como profesores), la realización de cuestionarios, o las consultas previas al comienzo de las sesiones formativas. Todas estas tareas serán implementadas de manera sencilla y organizadas a través de la nueva plataforma, y serán de gran ayuda a empresas y organizaciones de formación en el diseño de los nuevos planes formativos más adaptados a las necesidades de unos y de otros.

En una segunda fase, tras la creación de la plataforma web comentada, habría que notificar a los interesados de su disponibilidad y los beneficios que conlleva. Aquí es importante la participación de los gestores de las oficinas de empleo de las distintas DDPP en su labor de atender y asesorar al público, así como de los propios medios publicitarios de que dispone la Administración (portales web, redes sociales, notas de prensa, etc…). Sería interesante en esta fase del plan una tarea de información y concienciación a las empresas implicadas en estos programas, así como la colaboración de las organizaciones sindicales, de cara a que se tengan en cuenta las aportaciones de los ciudadanos a la hora de rediseñar los nuevos planes formativos.

Entre los aspectos positivos de esta iniciativa destaca la inclusión de la misma en el marco de la transparencia y el Gobierno Abierto, considerados hoy día como una importante palanca de acción para la confianza de la ciudadanía en los servicios públicos. A ello habría que añadir la ventaja de aunar en una misma herramienta tecnológica gran parte de las actividades que se vienen desarrollando en la planificación, impartición y evaluación de estos programas formativos, en las que, como hemos visto, intervienen muchos actores. Por último, cabría destacar la motivación extra que supone a los desempleados el hecho de que puedan ser parte activa en el diseño de los planes formativos que ofertan las empresas, convirtiéndose también en mayor medida en demandantes de formación.

Un aspecto negativo sería la posible dificultad de concienciación y adaptación a esta forma abierta y participativa del diseño y planificación de estos programas por parte de las organizaciones, incluidas las especializadas en formación, habida cuenta que hasta el momento se ha estado enfocando más hacia las necesidades empresariales que hacia los perfiles, necesidades y preferencias de los demandantes.




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