Módulo 4: Reportaje gráfico resumen del curso sobre
"Igualdad de trato y no discriminación"
Éste es mi resumen gráfico de lo aprendido en el curso. ¡Espero que os guste!
Estamos
hablando de la VI edición de la Muestra Anual de la
Comunicación (MuAC), que reúne alumnos y alumnas de distintos
colegios, institutos y universidades de Sevilla. Este año ha sido alrededor de
800 los estudiantes que se han dado cita en el parque del Alamillo de la capital
hispalense, un entorno ideal para
realizar las actividades asociadas al evento acompañado del buen tiempo
característico de las fechas primaverales en las que tiene lugar (mediados de
abril).
Diferentes
estudios realizados acerca de los criterios
de las familias a la hora de elegir el centro de enseñanza para sus hijos
demuestran que las políticas aplicadas en este sentido no han resultado del
todo efectivas de cara a conseguir los objetivos que se persiguen en la MuAC.
Por ejemplo, los datos arrojados de la investigación realizada por el Congreso anual de Enseñanza que se
celebró en 2020 en Valladolid, demuestran que la reforma introducida en Madrid en
el curso 2012/2013 sobre la baremación para la admisión en los centros educativos
(asociada a los puntos de alumnos de rentas bajas e hijos de antiguos alumnos)
aumentó la segregación escolar por nivel educativo y estatus de inmigrante en
un 3 y 13% respectivamente, mientras que el cambio de baremo más reciente relacionado
con el distrito único apenas tiene incidencia en esta segregación escolar, de
forma que pueda compensar la propia segregación residencial que ya existe (es
decir, prevalece el criterio de cercanía al centro sobre la libertad de
elección).
Por tanto, se hace indispensable el correcto diseño de políticas adecuadas que fomenten la integración y no discriminación del alumnado en la sociedad española con independencia de su estatus económico y cultural, pero también la creación de iniciativas como la descrita para promover buenas prácticas educativas innovadoras como herramienta que contribuya a la visibilización de una realidad diferente a la que crean los estereotipos y prejuicios sociales.
El
planteamiento de usar espacios naturales públicos y abiertos parece el
adecuado, como incentivo a añadir al de disponer de amplitud para organizar las
actividades y reunir a mayor número de estudiantes. Supone, además, potenciar
el criterio de neutralidad e igualdad como alternativa a organizarlo en uno de
los centros participantes. También ayuda a que su atractivo y repercusión
mediática sea mayor en las redes sociales, dando pie a otras ciudades y
administraciones locales a realizar prácticas similares.
Aunque no se indican los resultados de satisfacción entre los promotores y el alumnado en relación a este tipo de eventos que se vienen realizando en Sevilla, está claro que su continuidad durante las 6 ediciones mantenidas, incluyendo una pausa obligada durante la pandemia, dan muestra de su buena acogida por todas las partes implicadas. Como buenas prácticas que conforman este tipo de actividades no suponen una solución al problema actual de la segregación y estigmatización socioeducativa, pero sirven de herramienta para la concienciación y visibilización del mismo desde una perspectiva innovadora y divertida.
No
obstante, como toda iniciativa pública se puede convertir en un arma de doble
filo la manera de aplicarla y el uso o percepción que se tenga de ella. Los
beneficios que demuestran la fortaleza de esta herramienta ya se han venido
exponiendo a lo largo de este artículo, pero no debemos olvidarnos también de las
posibles debilidades que puedan
derivarse de una selección inadecuada de los centros participantes (se debe
buscar la diversificación y diferente
ubicación de los mismos), una incorrecta organización de las actividades
(parques o espacios públicos sin suficiente seguridad o que se dejan sucios
tras el evento), una inadecuada formación o contextualización del personal
docente que participa (puede incidir en desmotivación o realización de
actividades de forma inapropiada), o relacionado con esto último, un uso
inadecuado de estas jornadas por parte del alumnado (“día no lectivo de paseo
en el parque con los amigos y amigas de clase”). Estos inconvenientes, en caso
de no evitarse, pueden producir, incluso, el efecto contrario al que se
persigue.
Referencias:
5ª edición de la Muestra Anual de la Comunicación (MuAC)
Congreso anual de Enseñanza, Valladolid
En la sociedad actual dominada
por la evolución en las distintas disciplinas del conocimiento y los adelantos
tecnológicos destaca de manera particular la introducción de la llamada
Inteligencia Artificial en la vida de las personas, y digo en la vida porque
esta nueva tecnología la encuentras hasta en la sopa, aunque no seamos
conscientes de ello en muchas ocasiones. También son archiconocidos los
problemas de discriminación que se producen a raíz de los distintos sesgos
inherentes a los algoritmos que se construyen y que ya están analizados y
categorizados, por lo que no voy a entrar en plantear situaciones y ejemplos
que se pueden encontrar en miles de artículos y noticias que tratan esta
cuestión. En mi caso quería hacer una reflexión sobre la viabilidad de eliminar
de forma total la posibilidad de introducir cualquier atisbo de discriminación
en las diferentes aplicaciones y uso que te ofrece la IA.
Partiendo sobre la base de que
estos sistemas avanzados están construidos por personas o empresas no exentas
de poseer prejuicios, estereotipos o, cuando menos, objetivos particulares,
gustos y preferencias, se antoja complicado conseguir la objetividad absoluta.
Es cierto que desde la aparición de los primeros algoritmos de IA con
aplicaciones interesantes para el ser humano se ha avanzado de manera
considerable en la disminución de errores motivados por cualquier tipo de
sesgo, con especial incidencia en aquéllos que pueden provocar desigualdades y
discriminación (al principio todo parecía orientado a personas de raza blanca
con cierto status económico y social, ya que respondía al perfil de los propios
creadores de esta tecnología). Evidentemente estamos hablando de una
discriminación indirecta sin un deseo o intención previa, pero real. En muchos
casos podría tratarse de un tipo de discriminación por asociación o simplemente
por error del propio algoritmo por hacer inferencias o extrapolaciones, que
desde un punto de vista matemático / estadístico serían correctas, pero desde el
punto de vista de trato igualitario no cumple las expectativas.
Y aquí reside el problema que en
mi opinión hace harto complicada la erradicación completa de la discriminación.
Si la mayoría de estos sistemas se basan en el procesamiento de muestras reales
(con los que se entrenan) y/o datos estadísticos, y resulta que esos datos ya
están "pervertidos" desde la óptica de la igualdad (por ejemplo,
horas de baja por maternidad o paternidad, sueldo medio de los trabajadores,
niveles de productividad, opiniones sobre el servicio ofrecido etc... suelen
perjudicar a las mujeres en mayor medida que a los hombres por distintos
factores ya comentados como prejuicios, estereotipos, genética, costumbre /
herencia histórica...). Por otro lado, hacer "conscientes" a esos
algoritmos de IA de este hecho para equilibrar el posible sesgo discriminatorio
introducido puede conducir a falsificar la obtención de los resultados con lo
que dejarían de ser precisos (algo similar al principio de incertidumbre del
método científico introducido por el hecho de medir).
En definitiva, no bastaría con hacer un reset en la mentalidad de la sociedad para borrar todos esos estereotipos y prejuicios adquiridos, sino también en los propios datos históricos almacenados sobre los que opera la tecnología para partir de una situación de inexistencia de desigualdad y discriminación. Si lo primero es difícil de conseguir, lo segundo me parece aún más. Por ello creo que, en tanto en cuanto no lleguemos a esa situación ideal de partida, resulta imprescindible que el control, tanto de los datos o muestras que se utilicen para el entrenamiento de estos modelos de IA como de la interpretación de los resultados obtenidos, estén siempre bajo la tutela de los organismos competentes de materia de igualdad de trato y no discriminación, además de realizar otro tipo de supervisión para garantizar cuestiones de seguridad, privacidad, moralidad o ética. Quizá esto no suponga una solución inmediata al problema pero sí ayude a constituir una base sobre la que construir y evolucionar la tecnología.
Hola!
Soy José Juan, funcionario de carrera de la Administración General del Estado perteneciente al Cuerpo Superior de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, desde julio de 2022. Actualmente estoy desempeñando mis funciones de empleado público en la SGTIC del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en las oficinas de los Servicios Centrales ubicadas en Madrid capital.
Tras 27 años de experiencia en el sector de las TIC pero dentro del ámbito privado y aprovechando el "paréntesis" forzoso de la pandemia, aprobé las oposiciones para incorporarme en la Administración pública. Así que a pesar de mi dilatada carrera profesional, considero que aún me queda mucho por aprender, y no solo en cuestiones ligadas al mundo de las tecnologías y de la informática o las telecomunicaciones, sino especialmente en disciplinas más transversales o universales que atañen a la convivencia entre personas y trabajadores.
Tal es el caso de la actual experiencia formativa impartida por el INAP sobre el trato igualitario y la no discriminación, uno de los pilares básicos para el buen funcionamiento de las administraciones públicas, en particular, y de la sociedad actual en general. Este tipo de formación no suele prodigarse en el sector privado, más centrado en las habilidades técnicas de sus empleados, pero no por ello menos importante a la hora de ejercer las distintas competencias profesionales que a cada uno le toca. Así que mis expectativas son altas en cuanto a poder aprovechar esta oportunidad que se presenta con el fin de identificar y gestionar situaciones de discriminación que muchas veces pasan desapercibidas, ignoradas o incluso tratadas de manera superficial, pasando por alto las consecuencias que resultan derivado de ello y que en ocasiones aparecen a largo plazo, cuando ya el daño es irreversible.
En cuanto al otro punto que reza en el título, desde mi punto de vista el slogan se resume en el siguiente principio: "Igualdad de oportunidades", sin que haya resquicio a ningún tipo de sesgo asociado a los rasgos que definen a una persona sea del tipo que sea (físico, sexual, psicológico, religioso, cognitivo etc...). La desigualdad es la gran rémora social que siempre nos ha golpeado y, desgraciadamente, lo sigue haciendo. Como se suele decir, "cambiar el chip" es complicado, pero no imposible. Normalmente se consigue a base de insistir para lograr una concienciación adecuada en la gente y, aunque suele llevar tiempo, no es misión imposible. Así que dar ejemplo en la Administración supone un buen punto de partida para llevar a cabo tamaña empresa.
Como final de presentación solo añadir que mi principal afición es la música (razón de la imagen introductoria). Hace poco visualicé un vídeo de una chica autista y ciega interpretando la Arabesca nº1 de Debussy al piano de forma admirable, que hasta el propio Lang Lang, presente entre el público, no daba crédito... ¡Ríete tú de discapacidad!
Saludos.
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